El espectáculo unipersonal Por temor a que cantemos libres, que será reestrenado este jueves 16 de mayo en el Teatro El Granero del Centro Cultural del Bosque, hace un recuento de la opresión social hacia las mujeres en distintas épocas de la historia mexicana.
Producido por la Compañía Teatro de Los Sótanos, es una propuesta en tono de cabaret en la que una cantante cuenta las vivencias de una serie de personajes femeninos que al ir en contra de las reglas y costumbres fueron criticadas, juzgadas y sentenciadas por la sociedad de su época.
Son cinco episodios basados en historias reales recuperadas por la actriz Lizeth Romero, protagonista del montaje, quien se dio a la tarea de indagar en archivos, crónicas, libros y documentos históricos sobre la manera en que eran tratadas aquellas mujeres que, por ejemplo, durante el Virreinato se atrevieron a ejercer su sexualidad o solicitar el divorcio.
Con dramaturgia de Felipe Rosales, quien debió seleccionar de entre 30 casos provenientes de los tribunales eclesiásticos y darles forma, el montaje fue estrenado en 2018 en el Foro A Poco No y ese mismo año estuvo nominado al mejor monólogo.
El espectáculo nació del interés de “indagar cómo en México nos construimos mujeres, de dónde viene el constructo histórico de ser mujer y por qué los estereotipos de género”, explica Lizeth Romero.
La actriz emprendió una investigación historiográfica más que literaria porque le interesaba conocer cómo ha sido la vida para las mujeres de a pie en el transcurso histórico de nuestro país. Localizó así “la historia apasionante, terrible y oscura de la locura” en México, de qué es considerado aquí locura femenina, y el encierro femenino:
Aspecto central de Por temor a que cantemos libres es traer a cuenta historias de mujeres que no cumplieron con “el mandato patriarcal de la desaparición, la locura o el suicidio, porque finalmente las heroínas trágicas, las que murieron o enloquecieron, sí lo hicieron”.
Los cinco episodios están hilvanados por el personaje de una cantante cabaretera, quien por medio del sarcasmo y la ironía cuenta cada una de esas historias, en una dinámica que rompe con la cuarta pared e involucra al público.
De acuerdo con la actriz, uno de los propósitos de la obra es ironizar y ridiculizar un poco a esas instituciones que nos oprimen: “Nos encargamos de llevar, ahora más que nunca, esta reflexión de qué es ser hombre y qué mujer y por qué estamos en esta disyuntiva, por qué no nos miramos solo como personas”.
La obra será escenificada los jueves y viernes a las 20, los sábados a las 19 y los domingos a las 18 horas en el Teatro El Granero, ubicado atrás del Auditorio Nacional.
Fuente: La Jornada.com
