Prospera, el programa de transferencias condicionadas que operó durante cuatro sexenios, desaparecerá para convertirse en la Coordinación de Becas Benito Juárez. Se encontró que con ese esquema, que llegaba a 6.2 millones de hogares, las mujeres –quienes recibían los apoyos– eran extorsionadas, se les obligaba a realizar trabajos, ir a mítines y votar por el partido político del gobierno en turno, además de que se les entregaba entre 30 y 40 por ciento menos recursos de los asignados originalmente. Se estima que de los 100 mil millones de pesos que tenía el programa, 30 por ciento no llegó a beneficiarios.
Esto señala Leticia Ánimas Vargas, actual coordinadora nacional de Prospera, quien estará a cargo del programa de becas. Abogada y periodista durante 26 años, indica en entrevista que ese programa, que otorgaba apoyos condicionados en salud, alimentación y educación, ahora se transformará. Se mantiene sólo el rubro educativo, con las becas, y los otros dos desaparecen.
Explica que el componente de salud se reducía a dar pláticas a las derechohabientes, muchas veces la información que se daba no era de acuerdo con la realidad de la gente; por ejemplo, se les decía cómo cruzar las calles cuando vivían en zonas rurales. Se les obligaba a ir cada dos meses a las clínicas a pedir las firmas para conservar los apoyos y muchas veces eran sometidas a extorsión por médicos y enfermeras, que les pedían de 10 a 120 pesos por la firma. Era una simulación: no recibían atención en salud.
Uso electoral
Indica que cada componente era una forma de control que las obligaba a muchas cosas, como ir a mítines políticos, a votar por un partido. Se daba el uso electoral. Se creó una supuesta contraloría social, en la que las vocales, a las que el año pasado les empezaron a dar un salario, más de 300 mil mujeres, son las movilizadoras de partidos políticos. Decidían quién entraba o no al programa.
El rubro de alimentación se incluye en las becas, era financiado con un crédito del Banco Mundial y es una deuda que terminará de pagarse en 2021. Ahora la gente recibirá más recursos, 70 por ciento que estaba en Prospera obtenía 561 pesos al bimestre, ahora serán mil 600 pesos, apunta. Había 6.2 millones de familias en el programa, 4 millones de adultos mayores estaban ahí y ahora se van a la pensión universal.
Con los recursos humanos y materiales de Prospera se atenderá la beca universal, había 20 instancias ejecutoras de becas en el gobierno federal y 100 modalidades de becas, esto representaba un desorden en el uso de los recursos. Hay instancias y gobiernos estatales que no han rendido cuentas sobre los recursos que se entregaron para esos apoyos. Había un desorden en el tema, esta será la única instancia ejecutora de becas, ya no pasaremos por los gobiernos de los estados ni asociaciones ni organizaciones.
Se suman recursos de la Secretaría de Educación Pública, alrededor de 70 mil millones de pesos. Sobre los 20 mil millones asignados por Bienestar, está por definirse para qué programas serán; estaban orientados al apoyo alimentario, explica. Aún se hacen las corridas financieras, para definir con precisión a qué se irán esos recursos.
Agrega que a las beneficiarias de Prospera se les obligaba a comprar en Diconsa, era como una tienda de raya. Detalla que gran parte de lo que pagaba Prospera era en efectivo y no llegaba completo a las familias, ellas no sabían cuánto les tocaba porque no se transparentaba el monto de los apoyos. Nunca supieron exactamente cuánto recibían por niños y los otros apoyos. Cuando nos acercamos, recibimos estas denuncias. Fue una sorpresa ver las tablas de los apoyos y saber lo que la gente recibía, era entre 30 y 40 por ciento menos. No sabemos dónde se quedaba el dinero. Si era la gente que metía en un sobre el dinero para pagar o si desde las oficinas centrales iba recortado. Esto se auditará. Prospera era una isla de excepciones, no estaban obligados a presentar informes de egresos.
Fue pensado como un programa temporal, tiene 21 años. Ahora hay hijos de quienes fueron niños Prospera u Oportunidades. Esto habla de un fracaso, porque hay una pobreza transgeneracional. Este programa dividió a los pueblos, porque no todos recibían el programa. Ahora se busca recuperar la cohesión social, reconstruir a la comunidad, indica.
Fuente Diario El Norte de Veracruz