El Senado designó ayer a Yasmín Esquivel Mossa ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para un periodo de 15 años en la segunda ronda de votación en la que además de la mayoría de legisladores de Morena y aliados votó en su favor gran parte de la bancada del PRI y algunos panistas.
Antes, al comparecer ante el pleno del Senado, Esquivel Mossa sostuvo que la respalda una trayectoria de 35 años en el servicio público, 20 de ellos en órganos impartidores de justicia, y se comprometió a actuar con autonomía e independencia, sin simpatías ideológicas
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Sostuvo que impulsará la demanda ciudadana de cambiar la impunidad por la justicia y la corrupción por la rectitud
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En la primera votación, Esquivel Mossa sólo obtuvo 66 sufragios favorables, pero en la segunda, luego de un receso de más de una hora solicitado por el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, para tratar de convencer a la oposición, alcanzó 95, con lo cual superó la mayoría calificada que establece la Constitución.
De inmediato, Esquivel Mossa rindió protesta como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ante el presidente del Senado, Martí Batres.
Posteriormente permaneció más tiempo en el salón de sesiones para tomarse fotografías con todos los grupos parlamentarios.
La discusión que durante varias horas confrontó a las fuerzas políticas, sobre todo al PAN y Morena, había quedado atrás. También los señalamientos por la cercanía del esposo de Yasmín Esquivel, el constructor José María Riobóo, con el Presidente de la República.
Gran parte de los senadores panistas posaron para una instantánea con la nueva ministra. Incluso, el coordinador del blanquizul, Mauricio Kuri, quien por la mañana insistió en que debía rechazarse la terna porque las aspirantes tenían fuerte conflicto de interés, posó sonriente para la foto.
No estuvo Damián Zepeda, el senador que fijó la postura del PAN y luego se confrontó con los morenistas Félix Salgado y el propio Monreal, al insistir en que ni Esquivel ni las otras candidatas, Loretta Ortiz y Celia Maya, eran idóneas para ocupar el cargo de ministras por su cercanía con Morena y López Obrador.
Sostuvo que ninguna garantiza la independencia del Poder Judicial, porque una de ellas fue incluso candidata de Morena; otra, militante hasta hace poco, y otra, con un claro conflicto de interés y señalamientos en el desempeño de su función anterior
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Zepeda insistió en que la Suprema Corte es el árbitro judicial y no puede estar dominada por el Poder Ejecutivo, porque estaría viciando sus decisiones
. Luego llamó a la oposición a rechazar la terna.
En tribuna, Ricardo Monreal le respondió que sus argumentos eran políticos, no jurídicos, y le pidió no descalificar a priori a tres mujeres extraordinarias, que tienen más de 30 horas de luchar
y son producto de la cultura del esfuerzo.
Echó abajo el argumento de que no reúnen los requisitos de elegibilidad que argumentó el panista. Monreal le recordó que Loretta Ortiz y Celia Maya también fueron candidatas en la terna que en diciembre remitió el presidente López Obrador para otra vacante en la Suprema Corte y el pleno las declaró idóneas para el cargo.
En el caso de Yasmín Esquivel, agregó, también fue declarada idónea por el Senado en 2004, cuando el entonces presidente (Vicente) Fox la propuso como magistrada agraria. Así, que, recalcó el coordinador de Morena, ahora no se les puede descalificar.
El PRI, por conducto de la senadora Claudia Amaya, adelantó que no avalarían la terna y así lo hicieron en la primera de las dos votaciones previstas en la Constitución para la elección de ministros, luego de que las tres candidatas comparecieron ante el pleno.
En la primera hubo 24 votos en contra –23 de legisladores del PAN– y 18 nulos, de senadores de PRI, PRD y de la panista Xóchitl Gálvez. Para la segunda, sólo 19 en contra y uno nulo.
Esquivel Mossa pasó de 66 votos en la primera ronda a 95 en la segunda; Loretta Ortiz bajó de 14 a seis y Celia Maya se mantuvo en cero.
Fuente;lajornada.com.mx