Trágico accidente de Air India Boeing 787 en Ahmedabad deja un solo sobreviviente
Ahmedabad, India – 13 de junio de 2025.
Un vuelo de Air India (AI171) despegó desde Ahmedabad a la 13:38 IST con destino a Londres Gatwick, llevando a bordo 230 pasajeros y 12 tripulantes. Tan solo treinta segundos después del despegue, el avión —un Boeing 787‑8 Dreamliner de 12 años— perdió altitud abruptamente, impactando con el edificio de un dormitorio médico en el campus del B.J. Medical College en el área de Meghani Nagar.
El saldo hasta ahora es de 241 personas fallecidas a bordo, además de 28 personas en tierra, entre ellas estudiantes y trabajadores del colegio médico. Al menos 60 más resultaron lesionados.
De los 242 ocupantes, solo un hombre sobrevivió: Viswashkumar Ramesh, de 40 años y nacionalidad británica‑india, quien viajaba en el asiento 11A junto a una salida de emergencia. Ramesh declaró haber saltado por esa salida tras el impacto y describió escenas de caos mientras escapaba entre los escombros.
El piloto había prometido retirarse antes del vuelo —agregando un elemento trágico a la historia personal del accidente— según fuentes citadas.
El primer ministro Narendra Modi visitó el lugar del siniestro y lo calificó como “conmovedor más allá de las palabras”. También enviaron condolencias líderes internacionales, entre ellos el primer ministro británico Keir Starmer y el rey Carlos III.
Las autoridades recuperaron al menos una de las “cajas negras” —grabadora de datos de vuelo— que será clave para la investigación dirigida por la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos de India, asistida por el NTSB, FAA, Boeing y GE .
La Dirección General de Aviación Civil (DGCA) ha ordenado inspecciones inmediatas en la flota de Boeing 787 de Air India, enfocadas en motor, flaps y tren de aterrizaje —se sospecha que estos últimos no se retractaron correctamente durante el despegue—.
Contexto adicional e implicaciones
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Este es el primer accidente fatal de un Boeing 787 desde su puesta en servicio en 2011, y el más mortífero en la India en casi tres décadas.
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Se investiga si fallas técnicas, errores humanos, mantenimiento o configuraciones inusuales (tren y flaps no recogidos) contribuyeron al desastre .
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El incidente reaviva los reclamos globales por mayor transparencia y control en la industria aérea, especialmente en flotas modernas y de alto volumen.
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Air India está bajo la gestión de Tata Sons desde 2022; la aerolínea ya programó inspecciones previas al despegue a partir del 15 de junio.
