Varroa es el principal problema de la apicultura en prácticamente todo el mundo. Es la única enfermedad que ataca indistintamente tanto a las abejas adultas como a la cría y tiene un ciclo adaptado al de la abeja.
Este ácaro, cuyo aspecto recuerda al de una garrapata, se adhiere al cuerpo de las abejas causándoles heridas, atacando a las crías, chupándoles la hemolinfa,… debilitando a las colmenas y volviéndolas susceptibles al ataque de cualquier virus. En definitiva provocando la muerte de las colmenas en pocos años si no se tratan.
¿DONDE ESTÁ?
Parasita en fases larvarias y en fase adulta: 3/4 partes de la población de varroa estará cria operculada (FASE REPRODUCTIVA) y 1/4 en la fase de las abejas adultas (FASE FORÉTICA).
Esto significa que cuando vemos varroas posadas sobre la abeja, debemos pensar que bajo las celdillas operculadas habrá tres veces más.
¿CÓMO LLEGA?
Proveniente de Asia, llegó a España en los 80 para quedarse. Su presencia está garantizada en cualquier colmenar y su contagio se produce:
- Dentro de la colmena: Por contacto directo, las varroas pasan de una abeja a otra y éstas se desprenden para introducirse en las celdillas con larvas.
- Dentro del colmenar: Por pillaje, cambiando cuadros o a través de los zánganos que son acogidos por otras colmenas.
- De un colmena a otro: A través de los zánganos que buscan una reina virgen o por enjambres silvestres.
- De una zona geográfica a otra: A través de los enjambres comerciales y de la trashumancia.
Una vez dentro, esta varroa es capaz de detectar, inmediatamente, qué celdillas de cría están a punto de cerrarse (opercular), entrar en ellas y ocultarse bajo el pollo de abeja. Luego esperará a que el sello se cierre para salir, picar para alimentarse, y comenzar allí su ciclo de reproducción.
CICLO DE LA VARROA
La reproducción por los ácaros Varroa coincide con la etapa de pupa o ninfa (metamorfosis) de las abejas, que se producen dentro de la celdilla de cría de las obreras y zánganos. La hembra es fácilmente visible, como una diminuta chincheta de color castaño(1-2mm), mientras que el macho es mucho menor(menos de 1mm) piriforme y de color amarillo claro.
La varroa puede llegar a tener hasta tres ciclos de reproducción. Su ciclo comienza cuando una vorroa hembra fecundada penetra en una larva de 5 o 6 días (preferiblemente de zángano). A las 60 horas de la operculación de la celdilla la varroa pondrá un huevo de macho, y luego, cada 30 horas, un nuevo huevo, ya siempre de hembras. Cuando el primer huevo de varroa completa su desarrollo sale una larva de varroa, que, alimentándose de la abeja en desarrollo, dará lugar a una varroa adulta.
El macho completa su ciclo en 6,5 días, mientras que las hembras lo hacen en 6 días. La Varroa hembra vive en las abejas adultas cuando no se está reproduciendo, mientras que los ácaros de sexo masculino no pueden vivir fuera de la celdilla de cría de las abejas obreras. Por tanto, la fecundación de la varroa macho a las hembras que van madurando se hace en el interior de la celdilla operculada.
DIAGNÓSTICO Y DETECCIÓN DE VARROA
La presencia del ácaro se puede visualizar directamente
Se recomienda realizar inspecciones para conocer el grado de infestación de la colmena. Mínimo 3 por campaña: al inicio de la primavera, tras la mielada y al final del otoño.
Se conocen varios métodos:
Cortando un cuadro de cría: Sacar un cuadro de cría operculada (preferiblemente de zángano) y con un cuchillo de desopercular, muy afilado, cortamos el opérculo aproximadamente de unas 100 celdillas (1 dm²) de obrera. Posteriormente vaciarlas sobre la tapa de una colmena vecina dando un golpe seco.
Se procede a contar en la cría desoperculada que hemos vaciado en la tapa vecina el nº de obreras y nº de varroas maduras(solo las de color castaño, las blancas no cuentan); si la cría estaba recién operculada y se deshace al cortarla contar el nº de celdillas que se han desoperculado. Calcular el porcentaje de infestación sería: % de infestación = (nº varroas/nº crías de obrera) x 100.
Método del azúcar: Se procede a recoger unas 300 abejas en un envase de miel de 1kg con mosquitera(aproximadamente la mitad del frasco de abejas). A continuación, verter dos cucharadas de azúcar glass y girar el tarro cuidadosamente para que las abejas queden recubiertas de azúcar, lo que hará desprenderse a las varroas. Se invierte y sacude suavemente sobre una superficie blanca para que caigan las varroas y se realiza el siguiente cálculo: nº de varroas x 1,3(factor de corrección que incluye las posibles varroas en las celdillas operculadas) y se divide el resultado entre 3. De esta manera obtendremos el porcentaje de infestación.
TRATAMIENTOS CONTRA VARROA
La erradicación total de este parásito en la colmena es prácticamente imposible, ya que siempre quedará alguna hembra en alguna colmena, o en los enjambres silvestres. Por lo tanto, nuestro objetivo será minimizarla todo lo posible.
Normalmente, se hace un tratamiento en otoño, tras la cata, ya que además de ser obligatorio legalmente es el momento donde más varroas suele haber, enfocado a proteger la poca cría que hay en este momento para obtener abejas de invierno de calidad. También se vuelve a repetir el tratamiento al inicio de la primavera si los chequeos muestran una alta carga parasitaria.
Nota: En España, se aplica el Plan Integral contra la Varroasis, que obliga a realizar como mínimo un tratamiento anual en el período que marque cada comunicada con un medicamento veterinario autorizado y bajo la supervisión del veterinario de la explotación.
Se pueden establecer tres niveles de infestación, para tomar decisiones:
- Menos del 5%. Puede demorarse el tratamiento hasta dos meses.
- Entres el 5 y el 20%: No demorarse más de un mes. Tratar en cuanto desaparezca la cría.
- Más del 20%: Tratamiento inmediato. Colmena en grave peligro.
Todos los tratamientos han de permanecer activos dentro de la colonia durante como mínimo un mes, para garantizar que el pelo de las abejas esté cubierto de la molécula activa elegida durante varios ciclos, de manera que cuando una varroa se agarre a cualquier abeja sufra una intoxicación por contacto.
Una vez terminados, es necesario verificar que los tratamientos han sido eficaces y que se ha controlado la población de varroas. Hay que tener en cuenta que la efectividad siempre es variable dependiendo de la resistencia de las varroas y de la aplicación.
COMPLEMENTOS PARA LA LUCHA CONTRA VARROA
Los tratamientos químicos son los más utlizados, aumentándose su efecitvidad al combinarlos con tratamientos de manejo: lo que se denomina Lucha Integrada.
- Fondos sanitarios: Suponen un complemente ideal para las colmenas. Algunas varroas caen por accidente, manipulaciones del apicultor o bien por despiojamiento (grooming) pero vuelven a subir. Colocando estos fondos se consigue que no vuelvan a subir. Además su bandeja extraíble nos facilita la limpieza y nos sirve para comprobar la eficacia de los tratamientos contra la varroa. Sería conveniente, además, la colocación de un pañal impregnado de vaselina sobre la bandeja para que queden pegadas las varroas.
- Celdillas de 4,9MM: Un tema que genera debate y diferentes corrientes de opinión en cuánto a su eficacia. Las celdillas actuales (normalmente de 5,4mm) que encontramos en la cera estampada del mercado son mayores de tamaño que la celdilla que realiza la abeja de manera “silvestre”. Hay corrientes que afirman que volver al tamaño natural pequeño de 4,9mm dificulta el desarrollo de la varroa. Pero en la práctica es complicado hacer el cambio ya que muchas colonias no lo aceptan, y se ha de hacer en dos fases, pasando antes por 5,1mm. Científicamente no hay estudios que avalen este método hasta el momento. Desaconsejamos su uso.
- Defensa colectiva. Lucha Genética. La seleccción de abejas nos ayudará a que necesitemos menos tratamientos para su superviviencia. Abejas “resistentes” a varroas están apareciendo en todo el mundo desde los 90. Gracias al desarrollo de mecanismos de comportamiento higiénico de defensa como el VSH (Varroa Sensitive Hygiene) que consiste en que las abejas son capaces de detectar las celdas infectadas y las desoperculan para su posterior limpieza. También conocemos otro mecanismo como el grooming donde la abeja se limpia e intenta desprenderse de la varroa adherida ayudandose de las patas y mordiéndola hasta que consigue deshacerse de ella (autogrooming). Si no es suficiente, pide ayuda a otras abejas, similar al comportamiento que realizan otras especies animales como los macacos con el despiojamiento. En este vídeo podemos observar como luchan por desprenderse del ácaro:
- Aceites minerales (vaselina), sales de cobre, rotenona y propóleos. Su uso puede ayudar a disminuir niveles de varroa solo si hay actividad de abejas, pero no controla población.
- Forzar la cría de zánganos y eliminarlos antes de su nacimiento. Las varroas parasitan unas 17 veces más a las larvas de zángano que a las de obrera (debido a que reciben más visitas de las abejas nodrizas portadoras de varroa y a que su ciclo de vida en pupa es mayor). Para tener cuadros con solo cría de zánganos lo que se hace es introducir una lámina de cera con celdilla especial de 7 mm o bien colocarle un cuadro con solo el tercio superior de la lámina de cera, de tal manera que todo lo que completen ellas hacia abajo del panal, será de zángano. De esta manera estaremos acaparando todas las varroas posibles. Y una vez operculados podemos destruirlos (¡OJO! importante hacerlo a tiempo antes de que nazcan porque si llegamos tarde habremos multiplicado el problema). Hay quien incluso opta por congelarlos (lo que mata a las varroas y las larvas) y posteriormente devolverlo a la colmena para que aprovechen como alimento proteico estas crías de zángano muertas.
Concluyendo, la varroa vino para quedarse y es un problema global. En la cooperación está la clave, pero no olvidemos que para muchos la varroa no es un problema, sino un negocio.
Solo recabando datos podemos darnos cuenta los millones de euros que mueven anualmente los tratamientos para Varroa en todo el mundo. Y digo yo, ¿Realmente les interesa a los grandes laboratorios erradicarla? Tal vez no… No lo se, viendo muchas decisiones y repasando la historia de los últimos años da que sospechar pero especular sobre esto quizá sea entrar en terreno pantanoso. Aunque es cierto que también los apicultores debemos de hacer una lectura de autocrítica y darnos cuenta que todavía continuamos haciendo malas prácticas que se deben erradicar porque así lo único que favorecemos es a que el ácaro cree resistencias. Ejemplos de malas prácticas:
- Tiras mal colocadas, alejadas de la cria por dejadez de no detenerse a buscar.
- Curar en fecha incorrecta y sin tener en cuenta otros factores.
- Dejar las tiras puestas en la colmena durante mucho tiempo y no retirarlas una vez finalizado el tratamiento.
- Poner más de dosis que creamos correcta, pensando erroneamente que por mayor cantidad va a ser más efectivo.
- Repetir durante años curando con el mismo tratamiento, sin rotar. Bien sea por comodidad o por tema de subvención.
FUENTE: La tienda del apicultor