
Rosalba Hernández: primera mujer indígena al frente del Poder Judicial de Veracruz
Xalapa, 1 de julio de 2025.
La magistrada Rosalba Hernández Hernández recibió su constancia como presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Veracruz (TSJEV), en lo que representa un hito significativo para la equidad de género, la diversidad cultural y el acceso a la justicia en la entidad.
¿Quién es Rosalba Hernández?
Originaria de Chicontepec, en la región Huasteca, Hernández es hablante de náhuatl y pertenece al pueblo indígena nahua. Titulada en Derecho por la UV, cuenta con una maestría en Desarrollo Regional y un doctorado en Derecho. Su trayectoria incluye cargos desde escribiente en 2001 hasta magistrada de la Sala Constitucional desde 2019, además de su paso por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (2013‑2016) y su vocación como docente y activista en derechos humanos, género e inclusión indígena.
¿Qué es el TSJEV?
El TSJEV es la máxima autoridad judicial en Veracruz, responsable de impartir justicia en materia civil, familiar, penal, entre otras, así como de administrar al Poder Judicial y su disciplina interna. Su presidenta también encabeza el Tribunal de Disciplina Judicial, órgano encargado de supervisar la conducta de jueces y magistrados.
Proceso electoral y legitimidad
El nombramiento de Hernández proviene de la primera elección directa ciudadana de magistrados en Veracruz, un proceso inédito aprobado tras reformas judiciales. Con una votación histórica de más de 240 000 sufragios, superó a su principal competidora, Lisbeth Jiménez, consolidando su victoria. En medio de denuncias por fallas en el PREP, Hernández exigió transparencia, aunque también confió en la legalidad del resultado.
La elección de Hernández representa más que un logro personal: es un símbolo social y político. Como mujer indígena al frente del TSJEV, su llegada significa la posible apertura hacia una justicia más inclusiva, sensible y plural, donde las voces de grupos históricamente marginados puedan ser escuchadas e integradas.
En lugares como Veracruz, con cerca del 21 % de población indígena, la presencia de liderazgo como el suyo es una señal concreta de que los espacios de poder judicial pueden comenzar a reflejar la diversidad cultural del estado.
Desafíos y expectativas
Hernández llega con una agenda clara: fortalecer la transparencia electoral, romper barreras históricas de exclusión y promover la perspectiva intercultural y de género en la impartición de justicia . Su experiencia en comunidades indígenas y en organismos de derechos humanos será clave para impulsar reformas internas y políticas judiciales más sensibles a las realidades sociales y culturales de Veracruz.
En resumen, el nombramiento de Rosalba Hernández como presidenta del TSJEV no solo inaugura una nueva dirección en el Poder Judicial estatal, sino que abre la posibilidad de una justicia más plural, democrática y cercana a todos los veracruzanos, especialmente a las comunidades indígenas.