Es que en aquellos tiempos todo era diferente. A cada rato lo repetía la abuela. Bailábamos con la música de instrumentos de viento: la tambora, una trompeta, la guitarra o el violín. El suelo de tierra, no había banquetas, hija. Ah, y si nos daba un poco la noche encendían unas antorchas, pero regularmente los bailes se hacían por la tarde porque había que regresar al pueblo en burros o en caballos, eso sí, en el camino no te encontrabas gente mala, como ahora, si acaso una carreta jalada por un par de caballos, y cuando la…
Leer más