¿Qué se yo?”, se preguntó el joven Michel Eyquem después de sufrir la muerte de su gran amigo Étienne de La Boétie, de abandonar su responsabilidad como magistrado de Burdeos, de tratar de poner en claro sus amplios conocimientos sobre los filósofos griegos y su dominio del latín. “¿Qué es lo que yo sé?”, la pregunta le zumbaba en la cabeza a Michel como una mosquita en el oído. Ávido lector, observador profundo y pensador sin pausa, decidió subir a la torre de su castillo, herencia de familia, para disfrutar de sí mismo, para experimentar sobre su pensamiento,…
Leer más