
Sheinbaum propone Acuerdo General con Estados Unidos: seguridad, migración y certidumbre comercial al centro de la agenda bilateral
Ciudad de México – 18 de junio
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, propuso la creación de un Acuerdo General con Estados Unidos que abarque los ejes estratégicos de seguridad, migración y comercio, en un esfuerzo por renovar y fortalecer la relación bilateral en un contexto global marcado por tensiones comerciales, crisis migratorias y retos de seguridad compartidos.
La propuesta se presentó este miércoles durante una llamada telefónica de 20 minutos con el presidente estadounidense Donald Trump, quien abandonó de manera anticipada la cumbre del G-7 celebrada en Italia. El diálogo, según fuentes diplomáticas, fue cordial y directo, con énfasis en mantener canales abiertos de negociación rumbo a la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), programada para 2026.
“Buscamos una relación de respeto mutuo, pero también de certeza. México ya ha cumplido con sus compromisos migratorios y es momento de hablar de seguridad regional y de condiciones justas para nuestras exportaciones”, declaró Marcelo Ebrard, actual secretario de Economía, quien acompañó a Sheinbaum en la cumbre.
Ejes del Acuerdo General propuesto
1. Seguridad compartida
Sheinbaum planteó reforzar los mecanismos conjuntos para el combate al crimen organizado transnacional, con énfasis en el tráfico de armas y drogas, así como el fortalecimiento de capacidades institucionales en la frontera. La propuesta retoma elementos del anterior Entendimiento Bicentenario, pero plantea una agenda más activa y simétrica, con metas medibles para ambas naciones.
2. Reconocimiento y derechos para migrantes mexicanos
La mandataria enfatizó que el acuerdo debe incluir una cláusula para reconocer a los más de 36 millones de personas de origen mexicano en Estados Unidos, muchos de los cuales carecen de protección legal. Sheinbaum expresó su preocupación por las recientes redadas y medidas antiinmigrantes, y propuso crear un mecanismo bilateral para la defensa de derechos humanos y laborales de mexicanos en EE. UU.
3. Comercio justo y certidumbre arancelaria
México buscará obtener claridad sobre las tarifas impuestas al acero, aluminio y otros sectores estratégicos, en un contexto donde la administración Trump ha retomado políticas proteccionistas. Ebrard insistió en que, si bien México ha sido un socio confiable en términos comerciales, es necesario “blindar jurídicamente la certidumbre económica de empresas e industrias exportadoras mexicanas”.
Contexto: Sheinbaum en el G-7
Aunque la presidenta mexicana fue invitada como observadora al G-7, su visita generó amplio interés diplomático. En la cumbre, Sheinbaum sostuvo reuniones con Justin Trudeau (Canadá), Lula da Silva (Brasil) y representantes de la Unión Europea, India y Sudáfrica, donde promovió la iniciativa mexicana de una “Cumbre por el Bienestar Económico” global.
Su encuentro presencial con Trump se canceló debido a la salida del presidente estadounidense antes de lo previsto. No obstante, Sheinbaum calificó la llamada como “productiva” y subrayó que la relación bilateral con EE.UU. será prioridad de su mandato.
Análisis: ¿una nueva etapa en la relación bilateral?
El “Acuerdo General” representa una reconfiguración conceptual de la relación entre México y Estados Unidos, que tradicionalmente ha sido reactiva y dependiente de los ciclos políticos de Washington. Bajo esta propuesta, Sheinbaum busca una relación más proactiva, donde México no sólo responde, sino que propone y condiciona.
De avanzar, el acuerdo podría ser el mayor rediseño de la política bilateral desde la entrada en vigor del TMEC en 2020, incorporando no sólo intereses comerciales, sino derechos humanos, cooperación institucional y nuevas formas de gobernanza fronteriza.
Conclusión
La presidenta Claudia Sheinbaum apuesta por una relación de Estado a Estado, con una agenda integral que trascienda coyunturas. Su propuesta de un Acuerdo General busca establecer reglas claras para los próximos años, en momentos donde los discursos antiinmigrantes, las guerras comerciales y la inseguridad fronteriza vuelven a ocupar el centro del debate en Norteamérica.
El éxito de esta iniciativa dependerá del tono que adopte la administración Trump tras las elecciones de noviembre, así como de la capacidad del gobierno mexicano para traducir la propuesta en negociaciones reales, con impacto tangible para millones de personas a ambos lados de la frontera.