Ciudad de México. En materia laboral, son muchos los retos que tiene el nuevo gobierno federal, entre ellos reglamentar el trabajo por honorarios, la subcontratación, la informalidad y la falta de compromiso de empresas para ofrecer beneficios y seguridad social a sus empleados, aseguró Violeta Rodríguez del Villar, profesora investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc)de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Es decir, añadió, la política salarial de la nueva administración debe ir más allá de aumentar el salario mínimo, pues se deben resolver múltiples y diversos problemas relacionados con el empleo, como su formalización, el derecho a un sindicato y a negociar mejores ingresos
Las empresas deben incrementen su productividad para tener mejores ganancias, y no seguir descansando en salarios bajos, con condiciones laborales nulas, dijo la académica, cuya línea principal de investigación es el déficit público e intercambio comercial y financiero de México en el exterior.
Al referirse al salario mínimo en México, recordó que es de 88.36 pesos al día, y probablemente esa cifra no aumente mucho, pues las políticas neoliberales atrajeron a grandes empresarios prometiéndoles que pagarían poco a sus trabajadores, así que contravenir esa promesa podría alejar a los inversionistas.
Sin embargo, consideró que el incremento salarial es una medida defendible, “pero es importante que los cambios no se limiten sólo a un aumento: se debe ir más allá, y un inicio es cumplir con los acuerdos que tiene México con la Organización Internacional del Trabajo en cuanto a libertad sindical y de los trabajadores para unirse en un sindicato o negociar de forma independiente sus contratos. Esto tendría mayor efecto que solamente incrementar el salario mínimo”.
En un comunicado de la UNAM, la investigadora de citó el reporte de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), el cual señala que de diciembre de 2012 a septiembre de 2018 el salario mínimo general recuperó el poder adquisitivo de la población en 16.27 por ciento, la cifra más alta para un periodo similar en las últimas siete administraciones.
Pero advirtió que el problema es que desde la década de los 80 el gran atractivo de México es ofrecer mano de obra barata, lo que ha generado el deterioro del poder adquisitivo.
fuente jornada.com.mx