Hace 25 años que Jurassic Park se estrenó en los cines de todo el mundo. La primera entrega de una de las sagas más populares del cine dirigida por Steven Spielberg cautivó a los espectadores por dos cosas: sus efectos especiales y la oportunidad de ver con vida a una gran variedad de impresionantes dinosauros que hasta entonces sólo podían tener ese realismo en la imaginación de cada uno.
Sam Neill interpretando a Grant, Laura Dern como Ellie y Richard Attenborough dando vida a Hammond, protagonizaron una de las escenas más icónicas del cine: los tres, incrédulos, bajan la camioneta que los adentra al Parque Jurásico, poco a poco Ellie alza su cabeza y boquiabierta observa a un Braquiosaurio comiendo de la copa de un árbol, Hammond, orgulloso dice: “¡Bienvenidos a Jurassic Park!”
Pasaron cuatro años para que esta historia tuviera sus secuelas. Primero Jurassic Park: El mundo perdido, en 1997 y luego Jurassic Park III, en 2001; ambas con críticas mixtas y recaudaciones por encima de los 600 y los 300 millones de dólares, respectivamente.
Tras 14 años de ausencia, la saga continuó en 2015 con Jurassic World, esta vez protagonizada por Chris Pratt (Owen) y Bryce Dallas Howard (Claire) y con la dirección de Colin Trevorrow. La cinta se colocó como la segunda más taquillera de ese año con más de mil 600 millones de dólares, sólo por debajo de El despertar de la fuerza, que significó el regreso de la saga de Star Wars después de 10 años.
Gracias al recibimiento y a las críticas positivas, la secuela fue anunciada poco después de su estreno, y ahora este jueves llegará finalmente a salas de México y Estados Unidos.
Los dinosaurios viven
Con la dirección del prodigioso español J. A. Bayona (Un monstruo viene a verme y El orfanato), Jurassic World: El reino caído regresa con una estructura que además de la acción y la aventura mezcla algunos elementos de terror que hacen de esta cinta un tazón de géneros bien mezclados que dan como resultado una película de la que difícilmente nos podemos despegar.
Tras la desaparición de Jurassic World, la Isla Nublar se encuentra abandonada y los dinosaurios que habitan ahí buscan sobrevivir ante una posible erupción volcánica que amenaza su existencia. Claire es llamada por Eli Mills, un millonario que como Noé busca rescatar a algunas de las especies en su arca y en especial a Blue, la líder de los raptor, por lo que necesita la ayuda de Owen. Jurassic World: El reino caído más que plantear un discurso sobre el cuidado de los animales termina siendo una película que refleja la insensibilidad de los humanos frente a estos. Gracias a sus escenas dramáticas y los escenarios tétricos, la película muestra la capacidad de los humanos para destruir entornos y especies con tal de obtener a cambio grandes cantidades de dinero.
Esta entrega muestra una variedad de nuevas especies de dinosaurios en escenas ágiles que recuerdan las películas de Indiana Jones. Pero también deja abierto el libro para una secuela que conformará esta saga como uno de los regresos más exitosos del cine hollywoodense.
Recrean el pasado
Las imágenes generadas por computadora (CGI) fueron clave para su creación. Esta tecnología fue un parteaguas en el cine a partir de entonces.
El Braquiosaurio comiendo de la copa de un árbol y el Tiranousario Rex persiguiendo a los protagonistas en la selva, una de las escenas más icónicas de la historia del cine
Recaudó en 1993 más de mil 29 millones de dólares a nivel mundial. Se mantuvo como la película más taquillera de la historia hasta Titanic en 1997.
Ganó tres Oscar: Mejor Sonido, Mejores Efectos de Sonido y Mejores Efectos Visuales.
Contó con dos secuelas que mantuvieron su éxito pero no lograron superarlo:
Jurassic Park: El mundo perdido en 1997 y Jurassic Park III en 2001