*Protestan autodefensas en el sur de Veracruz cansados del cobro de piso*
Montados en sus camionetas, poco más de mil hombres del campo y de ganadería salieron en caravana para dejarse ver por primera vez a luz del día, y anunciar que no dejarán que la delincuencia siga flagelando pueblos del sur de Veracruz.
Venidos desde la frontera de Oaxaca, ganaderos, productores y comerciantes de semovientes alzaron la voz contra las bandas criminales que sangran a los municipios colindantes con Coatzacoalcos, donde hace seis meses, 30 personas perdieron la vida en el ataque al bar El Caballo Blanco, a manos de un cártel criminal que pedía su cuota.
Con un equipo de sonido en donde retumbaba el corrido de las autodefensas del sur, y llamados al pueblo para no dejarse aplastar por la delincuencia, los ganaderos/autodefensas ingresaron a Las Choapas, desde Agua Dulce, por la ruta de El Paralelo, para encabezar un encuentro en la Unión Ganadera Local de Las Choapas.
Ahí, por primera vez, los hombres de las montañas de Uxpanapa se vieron a los ojos con sus iguales de San Juan Evangelista, los de Hidalgotitlán, Las Choapas, Acayucan, Minatitlán, y otros pueblos de Oaxaca que participaron en el acto.
Tres tambos de tamales de barbacoa de res fueron suficientes para alimentar a los participantes cuando arribaron al inmueble donde los esperaban los anfitriones, el grupo de Las Choapas, que cobraron notoriedad en el 2018, con el secuestro de la esposa de uno de sus participantes más notables, Adrián Carreño.
Carreño tomó la palabra y por momentos se le quebraba la voz al recordar que los días del secuestro de su amada, fue lo más cercano a la muerte.
Le pedían 5 millones de pesos, y dijo que no pagaría nada, pues darle era lo mismo financiar sus delitos contra el pueblo.
“Ni un peso a secuestradores cuando se trata de familiares”, dijo y ahora es su lema en el Grupo Ganadero General de Las Choapas.
En lugar de aflojar el rescate, recordó él y un grupo de rancheros tomaron las armas y salieron a peinar ranchos, zanjas, caminos y colonias en ejidos de Agua Dulce y Las Choaopas.
Después de varias semanas de búsqueda, su esposa resultó rescatada por ellos en una casa en Agua Dulce. Desde entonces milita en autodefensas.
“Erradiquemos el cobro de piso, el robo de ganado, lo más triste, el secuestro”, sentenció al finalizar.
Durante su discurso, el citriculto Erasmo Vázquez González, representante de los ganaderos de San Juan Evangelista, fustigó a los productores que se han dejado seducir por la delincuencia, pues terminan en la deshonra, tal como pasó en Playa Vicente con Humberto Andrade Ahujua, Taralila, y su hijo, Humberto Andrade Salim, Cacahuate, en cuyo rancho apareció la nueva megafosa con restos humanos.
