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Policía Federal instala vallas metálicas en la garita de Tijuana

TIJUANA, BC.- Durante la tarde de este sábado, agentes de la Policía Federal (PF) instalaron vallas metálicas móviles en la garita de San Ysidro, en Tijuana, para cerrar la frontera en el caso –muy poco probable– de que los centroamericanos que conforman la llamada caravana migrante intenten pasar por la fuerza a Estados Unidos.

Proceso.com.mx consultó a funcionarios del ayuntamiento de Tijuana para obtener una explicación, pero éstos no estaban enterados sobre el operativo de la PF; también preguntó a integrantes y acompañantes de la caravana, y ninguno evocó la opción de irrumpir de forma masiva a Estados Unidos.

La medida de la PF pareció más bien simbólica y mediática: el gobierno mexicano nunca cerró la frontera de San Ysidro, por la que cruzan más de 50 mil vehículos y 26 mil personas cada día en promedio.

Al ser cuestionados sobre por qué instalaban dichas vallas, los uniformados se mantuvieron silenciosos. Acorralado, uno confesó que era “en previsión” de que los centroamericanos pasaran de manera masiva.

Pasadas la cinco de la tarde, un funcionario de la secretaría de Turismo de Tijuana apareció en el puente peatonal y reclamó a un oficial que la colocación de vallas estaba propagando “pánico” entre los tijuanenses. Le pidió explicaciones y el oficial le insistió que hasta el momento “no hay cierre” de los puntos fronterizos.

Más de dos mil integrantes del éxodo centroamericano –que salió el pasado 12 de octubre de San Pedro Sula, en Honduras, desatando la ira de Trump– se encuentran actualmente en Tijuana, en un albergue temporal abierto en la Unidad Deportiva Benito Juárez, ubicada a escasa distancia de la frontera con Estados Unidos.

Desde la llegada de sus primeros integrantes a Tijuana, el jueves pasado, el éxodo centroamericano sufrió críticas y expresiones de rechazo, tanto de algunos tijuanenses como de los gobiernos municipal y estatal –ambos panistas–.

Junto con ellos acudieron decenas de corresponsales de prensa extranjera, desplegados en Tijuana para documentar la suerte de este fenómeno migratorio inédito en la región.

Blindaje y maquillaje

Pero en la zona fronteriza, el gobierno federal no fue el único ni menos el primero en adoptar medidas espectaculares –hasta caricaturescas–: en las playas, donde la barda fronteriza se hunde en el océano Pacífico, el gobierno de Trump exhibió su rechazo a los migrantes, maquillando la línea fronteriza como si fuera un campo de guerra.

En días recientes, militares estadunidenses colocaron alambres de púas encima del muro y en decenas de metros de arena atrás, encima de los cuales colgaron cintas amarillas como para indicar un peligro; ello, a pesar de que nadie se atreve a cruzar la frontera de manera clandestina desde ese punto.

Y no sólo esto: este sábado, helicópteros –uno de ellos de la Guardia Costera– realizaron sobrevuelos constantes y a baja altura sobre esta zona turística de Tijuana, mientras que detrás de las rejas se observaban agentes vestidos del uniforme de color verde de la Patrulla Fronteriza.

El sentido del espectáculo surtió efecto: a lo largo del día se aglutinaron fotógrafos en el otro lado de la barda, detrás de los alambres y la cinta amarilla.

 

Fuente proceso.com.mx