El propósito era desinformar y lo lograron bastante bien; mientras en Estados Unidos se juzga el resultado de la influencia de la publicidad rusa que tuvo en redes sociales para favorecer a Donald Trump y/o perjudicar a Hillary Clinton, en el Reino Unido los legisladores quieren investigar si pudo existir un caso similar durante la elección por el Brexit.
Facebook admitió que 146 millones de perfiles en Estados Unidos expuestos a propaganda de desinformación y recibieron 100 mil dólares por hackers rusos para poner esta publicidad, que generó 10 millones de visualizaciones de manera orgánica (sin pagar) y las 120 mil publicaciones hechas en Instagram.
Ante estas cifras y escándalo la Comisión Digital, Cultural, Mediática y Deportiva de la Cámara de los Comunes del Reino Unido, solicitó detalles sobre información publicada y vinculadas con cuentas rusas durante el referendo de 2016 y la campaña electoral del 2017.
El presidente de la comisión, Damien Collins solicitó al fundador de Facebook, Mark Zuckerberg solicitó esos datos y el legislador aseguró que el resultado es similar al que suministró la empresa a las comisiones del senado de Estados Unidos del año pasado. Legisladores del Partido Laborista exhortaron al gobierno a indagar la situación.