Macuspana, Tabasco.- Entre 30 y 50 manatíes,además de serpientes, cocodrilos y peces han muerto en las últimas semanas en Bitzales, municipio de Macuspana, Tabasco, por una presunta contaminación del agua en lo que es una de las peores crisis ecológicas en dicho estado en los últimos años; aseguran pescadores y pobladores que también ha causado daño en la piel a los seres humanos.
Un estudio realizado por el Instituto Tecnológico de Boca del Río reveló que el agua tomada como muestra en la zona de Naranjos y Bitzales, muy cerca de la Reserva de la Biosfera de los Pantanos de Centla, demostró una alta concentración de metales pesados como cadmio, plomo, aluminio, mercurio y manganeso, los cuales no sólo afectan a la fauna y flora del lugar sino también a las personas que entran en contacto con este cuerpo de agua.
El informe ha sido desconocido por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la cual a través del Laboratorio ABC Química, Investigación y Análisis, (ABC Analitic), una institución aprobada por la Conagua, presuntamente confirmó que no había toxicidad en el agua de esta área de Tabasco.
Sin embargo, para las autoridades federales aún resulta un misterio la causa de la muerte de decenas de manatíes. Los ejemplares que aún viven están siendo trasladados a la Estación Tres Brazos para su cuidado.
A través de Twitter, la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México, A.C (Azcarm) recriminó a la Conagua por haber negado la existencia de “partículas tóxicas que pudieran haber ocasionado la muerte de los manatíes” pese a que “el Instituto Tecnológico de Boca del Río ya demostró que los niveles de metales pesados en el agua (Cd, Pb y Al) son muy altos”.
Por su parte, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha negado ser el responsable del ecocidio a pesar de los señalamientos de pobladores de municipios como Centla, Macuspana o Jonuta, pues en las cercanías no hay ductos de hidrocarburos, sino sólo de procesamiento de gas, además de que no se han detectado fugas.
El último informe de la secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través de su titular, Rafael Pacchiano Alamán, ha llevado a la hipótesis de que la muerte de los manatíes se debe a una combinación de falta de lluvias con altas temperaturas.
No obstante, los pescadores tabasqueños han expuesto que en la zona hay viejas peras de Pemex, las cuales ante la falta de operación y mantenimiento, podrían haber sido las causantes de la contaminación en el cuerpo de agua.
Esta situación —el miedo a consumir pescado contaminado— ha llevado a que se detenga la pesca de casi 12 toneladas de pescado, que no está llegando al mercado regional y que afecta directamente a una docena de cooperativas tabasqueñas que dependen totalmente de estos ingresos.
La Red Indígena de Turismo en México (RITA) está impulsando una campaña para salvar a los manatíes y las demás especies ante este presunto ecocidio, que aseguran ha afectado incluso a especies más fuertes: “Los cocodrilos y el pez diablo son muy resistentes a la contaminación, sin embargo también ya están muriendo”, explicó Gisela Flores, quien pertenece a esta red.
El grupo incluso ha hecho circular fotografías en donde se observa daño en la piel en niños pequeños, tanto en la espalda como el rostro, lo cual se le atribuye a la contaminación del agua.
Este fin de semana nuevamente se realizará un recorrido para obtener nuevas muestras de agua y que sean estudiadas por laboratorios de universidades, con el fin de demostrarle a la Conagua la presencia de metales pesados.
Fuente aristeguinoticias.com