CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Verónica Meléndez, mejor conocida como Luna Bella, alguna vez estrella porno y youtuber, se sincera ante el público y suelta:
“Quiero dejar un legado, una huella a los jóvenes, aunque muchos dirán que no tengo nada que enseñar. Les pido que me den una oportunidad con este libro, porque muchos mexicanos se verán identificados con mi historia”.
La declaración la hizo durante la presentación del libro Luna Bella, la porno-youtuber que escandalizó a México. Una descarnada autobiografía, publicado por Ediciones Proceso y presentado este miércoles en el marco de la XVIII Feria Internacional del Libro (FIL) del Zócalo.
Criticada por muchos que la juzgan por sus excesos en el sexo y las drogas, y por su forma de ver la vida, Luna Bella dio a conocer de su puño y letra la otra cara de esa luna donde no se refleja el sol. El lado obscuro del sufrimiento que la orilló a buscar refugio en las drogas y la prostitución.
En el foro Sergio Pitol de la FIL, Meléndez habló sobre sus carencias y los maltratos que sufrió de niña en su natal Tamaulipas, donde, dijo, no tenía para comer, pasó fríos por falta de ropa, y la desesperanza y la violencia característica de ese estado no dieron mucha opción a su destino.
“Entonces yo me empecé a ir a los bares como bailarina, pero me di cuenta de que no se trataba nada más de eso. Había que hacer privados, acostarse con hombres. Entonces dije: ‘ellos van a tocar mi cuerpo, pero yo voy a vaciar su cartera’. La gente es culera, pero no sabe. Yo digo que una noche aguanten cinco o seis borrachos para ver qué se siente”.
Luna Bella reveló que ha estado en contacto con tratantes de blancas y también con la muerte, a tal grado de quererse suicidar porque no veía salida a sus adicciones. Pero ahora, apuntó, cuenta sus experiencias con entereza y cordura.
Otra forma de salir del hoyo fue el cristianismo, que finalmente dejó porque “los pastores no eran lo que decían. En la iglesia había mucha falsedad: te pedían dinero, los hermanos te criticaban demasiado y me condicionaron a que dejara a mis amistades gay, que dejara de hablar con prostitutas… Me reprimían”.
No todo es oscuridad en la vida de Verónica Meléndez. Durante la presentación de su libro confesó que quiere terminar su carrera en Ciencias de la Comunicación. Actualmente práctica el arte circense y quiere casarse con su pareja actual y tener hijos. Quiere estabilidad y adentrarse al mundo de las letras, por la experiencia que le dejó escribir su primer libro.
Alejandro Pérez, editor de la revista Proceso, quién revisó y corrigió el texto presentado, aseguró que con Luna Bella no hubo el famoso “escritor fantasma”.
Y entre el público surgieron comentarios diversos y curiosos, entre ellos el de un joven que preguntó a Verónica sus medidas, el número de operaciones realizadas y su estatura. “Tu cuerpo es natural, eres bajita, ¿te has operado alguna vez?”.
Un señor que iba con su esposa le confesó que era su seguidor desde hace tiempo “cuando, con todo respeto, andabas en el desmadre”, y le agradeció por los consejos de sexo en su canal de Youtube.
Otro más soltó: “En las orquestas el director siempre está de espaldas a su público. Esa orquesta que tú diriges son tus seguidores. Necesitamos personas que dejan huella, que dejan un rastro de luz en esta sociedad tan oscura”.
Luna Bella sonrió y dijo que detrás de ese vestido corto que llevaba puesto, había una juventud que se iría algún día, pero se quedaba la esencia, lo de adentro.
“La única luz que yo tenía de niña era la luna. Me sentía hija de la luna. Un día la luna se reflejó en la tierra y se convirtió en mujer, en luz. Me puse entonces Luna Bella, porque la luna siempre es bella”, finalizó.
Fuente proceso.com.mx