CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- La violencia marcó el partido de leyendas en el que el América se impuso 3-1 a Cruz Azul.
La expectativa que había generado el encuentro en redes sociales se vio ensombrecida al final del duelo cuando los aficionados bajaron hasta la cancha, burlando la escasa seguridad.
Mientras algunos aficionados buscaban un autógrafo de los jugadores, los elementos de seguridad intentaron disuadirlos pero rápidamente se vieron superados en número por el público, que pasó de la euforia a la violencia.
Algunos bebieron cerveza en la cancha, mientras que otros arrancaron el pasto o dejaron ambas porterías sin redes. Posteriormente sucedieron enfrentamientos verbales, agresiones y en algunos casos golpes.
Tanto los dos goles de Cuauhtémoc Blanco, el tanto de Chuy Mendoza para el América, y la anotación de Carlos Hermosillo para Cruz Azul, quedaron opacados por la violencia de algunos aficionados.
