Asistió a cada una de las mesas. Siempre atento, no se movía de su lugar si no hasta que acababan las actividades. Tuvo una participación más bien política el pasado domingo y, por fin, se escuchó su palabra, enfocada a la literatura, como parte del cierre de la tercera Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, en una sesión en la que estuvo acompañado por el nicaragüense Sergio Ramírez.
Una conversación, moderada por Mónica Lavín, que lo llevó a recordar que durante tres siglos, las autoridades oficiales habían prohibido la publicación de novelas en la América hispánica, sin que se hubiera conocido una razón satisfactoria: “por qué la prohibieron, quiénes prohibieron el género de ficción para América Latina”.
“Quienes lo hicieron, entendieron la razón de ser de la novela: la razón profunda por la que existen y se leen es porque generan un sentimiento de insatisfacción en los lectores, que puede ser muy vaga o muy concreta, que puede obedecer a múltiples razones.
“Cualquiera que lee una gran novela, cuando sale de ella descubre qué pobre es el mundo real comparado con el universo que pueden crear los escritores, a través de su fantasía y el lenguaje. Esa es la gran función de la novela: crear un sentimiento de insatisfacción frente al mundo tal como es y llevarnos a desear un mundo si no mejor, distinto del que es”.
Desde su perspectiva, un mundo impregnado de ficciones es mucho más difícil de engañar y de manipular por los poderes, que una sociedad impregnada de ficciones: es mucho más crítica, que un mundo en el que la ficción tiene un real menos importante.
“La sociedad democrática necesita ciudadanos con espíritu crítico insatisfechos, que no puedan ser engañados y que mantengan a una sociedad en permanente cuestionamiento de sí mismo, de tal manera que la ficción pueda ser la verdadera promotora del progreso”, en palabras del premio Nobel de Literatura.
En ese sentido, el escritor nicaragüense Sergio Ramírez enfatizó que la novela viene a ser una necesidad incluso neurológica, hay zonas del cerebro dedicadas a la imaginación, “los seres humanos no podrían vivir sin la imaginación, sin la mentira”.
“La letra impresa es imprescindible para los seres humanos, sobre todo cuando pensamos que las historias que cuentan las novelas pasan por la intermediación de la escritura, a diferencia de otras manifestaciones artísticas”, comentó el premio Cervantes 2017.
LOS LECTORES
Ante un auditorio repleto de jóvenes, en el Conjunto de Artes Escénicas Santander, del Centro Cultural Universitario, el autor de La ciudad y los perros señaló que la novela transforma la vida de los lectores y, con ello, “de los demás, el problema es que es muy difícil detectar la naturaleza de esos cambios, porque ocurren a través de la conducta de los propios lectores”.
“Quienes no leen tienen un control pequeño y precario de su propia lengua, nada enriquece tanto el vocabulario con el que nos expresamos como las buenas lecturas y eso no se puede aprender en una clase, en un tratado o un curso, solo se aprende a través de una buena lectura”.
La relación de la novela con las grandes revoluciones sociales, su importancia en la lectura, el poder que tiene frente a las dictaduras, pero también el boom y, en especial, lo que sucede en la actualidad, fueron algunos de los asuntos abordados durante la conversación.
“Una sociedad impregnada de buena literatura es mucho más difícil de engañar, de sojuzgar, de perder su libertad, que cuando ha descubierto la importancia de la libertad a través de las buenas lecturas”, en palabras de Vargas Llosa.
Ramírez coincidió en ello, sobre todo al reconocer que cuando un país pierde la libertad y cae bajo una dictadura, se instala un sistema de control del pensamiento, con lo cual “la literatura suele ser la primera víctima, hasta que la sociedad descubre la importancia que puede tener la novela”.
El tema del panorama de la literatura latinoamericana contemporánea no podía quedar fuera, en especial cuando Vargas Llosa rememoró que, al descubrir su vocación literaria en el Perú, “sentí a mi alrededor una gran soledad”.
“En la actualidad es verdaderamente latinoamericano, se tiene contacto con autores de otros países, hay reuniones que acercan mucho a los países latinoamericanos, pero también con España, de la que nos habíamos separado: el mundo está mucho más intercomunicado y eso al escritor le hace la vida más difícil que el ser escritor en la soledad más profunda en que estábamos hace 50 años. Ahora hay más posibilidades para los jóvenes que hace medio siglo”.
CLAVES
ORGANIZADORES
La Fundación de la UdeG, la Cátedra Vargas Llosa y la Fundación Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
PARTICIPACIÓN
En cuatro días, en Guadalajara se reunieron alrededor de 30 escritores españoles e iberoamericanos.
TEMAS
Literaturas fronterizas, Las fronteras invisibles de nuestras literaturas, Literaturas y mestizaje, o La lengua y el lenguaje.
MÁS EDICIONES
En el convenio entre la Universidad de Guadalajara y la Cátedra Vargas Llosa se garantizan dos ediciones más de la Bienal.
Fuente: milenio.com