Ciudad de México. Gabriela Ramos, directora de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y Sherpa ante el G-20, afirmó que la reforma educativa, como toda reforma, es un proceso vivo, permanente, que requiere de continuidad y ajustes al mismo tiempo porque en el que se va aprendiendo y mejorando.
Reconoció lo que ha logrado México con enorme esfuerzo. A partir de eso se debe ajustar aquellas cosas que pueden y deben de mejorar .
Sobre la propuesta del próximo gobierno de echar para atrás la reforma educativa, Ramos dijo: “Vamos a seguir trabajando con el gobierno democráticamente electo. El debate político escapa a nuestra función, pero existe interés de seguir mejorando la educación”.
Al presentar el estudio Una base sólida para la equidad y la calidad de la educación en México, consideró que “es indispensable seguir avanzando por esta senda dentro de un ambiente de cooperación y diálogo con los actores del sistema educativo”.
Pese a los avances, el informe de la OCDE describe áreas en las que se pueden lograr mayores avances y se han identificado prioridades políticas clave.
La primera es continuar los esfuerzos para mejorar la calidad de la educación. México debería tomar las siguientes acciones: introducir nuevos modelos de financiamiento que aseguren que los recursos se distribuyen de manera más equitativa entre las escuelas; trabajar para atraer a los mejores maestros en las escuelas más desfavorecidas; monitorear la coherencia y el impacto de los programas dirigidos de equidad y reforzar los recursos para la infraestructura escolar e invertir más en mejorar y mantener los espacios físicos.
La segunda prioridad es asegurar que el aprendizaje escolar esté ajustado a las necesidades del siglo XXI, con la finalidad de reforzar la implementación del nuevo modelo educativo. El país debería invertir en el desarrollo de profesores y líderes escolares que puedan administrarlo. Esto significa dar a las escuelas el tiempo y los recursos necesarios para su eficiente implementación .
En tercer lugar, se encuentra el apoyo a los profesores y a las escuelas. Necesitan fortalecer el liderazgo escolar y la colaboración entre escuelas para apoyar la estrategia de la escuela al centro. El valor del servicio profesional docente para la carrera y las perspectivas a futuro de los maestros deben de ser promovido al mismo tiempo para motivar el desarrollo profesional y la continua asistencia técnica a la escuela.
La cuarta prioridad de política se enfoca en la evaluación y el análisis para mejorar las escuelas y el aprendizaje de los estudiantes. Es necesaria maayor inversión para mejorar la capacidad de desarrollo de mecanismos de evaluación y análisis estatalmente y a nivel escolar; en este sentido el gobierno debería aprovechar al máximo las herramientas disponibles para la información y gestión educativa en todos los niveles. Finalmente, la evaluación del sistema a gran escala se debe utilizar para identificar grupos de estudiantes vulnerables y promover políticas para apoyarlos.
Fuente jornada.com.mx