El cineasta creador de películas como “Mulholland Drive” y “Terciopelo azul” compartió consejos acerca de la escritura y la dirección cinematográfica y exhortó a los presentes perseguir su creatividad.
Esto se llevó a cabo a través de una videoconferencia vía Skype con el divulgador Pepe Gordon y el público que asistió a la sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario.
Ante la interrogante sobre si la última frontera del cerebro es la conciencia sin límites, el director de las películas “Mulholland Drive” e “Inland Empire” comentó lo siguiente:
“Los doctores nos han dicho que solamente utilizamos cinco o 10 por ciento de nuestro cerebro y siempre nos preguntamos qué pasa con el resto. La respuesta es que evidentemente tenemos capacidad de una conciencia sin límites”, afirmó.
“Cada vez que lo podamos experimentar tendremos la posibilidad de crecer y expandir la conciencia. Donde hay creatividad, felicidad, paz y amor sin límites, el efecto es que el temor, el miedo, el estrés y la depresión se disipan automáticamente”, aseguró.
“El Maestro de lo Sobrenatural”, como se la ha llegado a llamar, habló sobre el surgimiento de las ideas, tema que trata en su libro “Atrapa el pez dorado: meditación, conciencia y creatividad”.
Dijo que existen millones de ideas esperando a salir, como si fueran peces; esas pueden ser un objeto o no, un sonido, imágenes con movimiento o un personaje.
“Entre más profundo vayamos más grandes serán los peces que podamos atrapar. Cuando llegan, las veo pasar, las escucho, puedo saborear sus sensaciones, explorar el rostro de las personas, su modo de hablar.
“Anoto cada cosa, una idea genera otras más. Es entonces que puedo realizar un guión, una historia. Tener una idea es como poner carnada en un anzuelo. El anzuelo que muerden las ideas es el deseo”, subrayó.
Lynch es una artista sumergido en su propio océano; eso es lo que lo vuelve poderoso, de acuerdo con un comunicado.
En la frontera de su intelecto experimenta ese océano, constituido por muchas dimensiones, dice que el ser humano no fue creado para sufrir y que de hecho no deberíamos estar sufriendo, sino ser felices y disfrutar de la vida.
Para él la negatividades como la oscuridad, es la ausencia de ese poder que viene de muy dentro de nosotros; la negatividad, refiere, es enemiga de la creatividad.
Se puede escribir y filmar una historia de sufrimiento pero sin necesidad de que uno tenga que sufrir como autor o director de la película.
“El artista no tiene por qué sufrir para mostrar el sufrimiento. En mis películas hay personajes que sufren, pero también existen cosas positivas y bellas. Son historias que muestran un contraste”, afirmó el artista.
David Lynch es director de largometrajes como “El hombre elefante”, “Terciopelo azul” y “Corazón salvaje”, a quien se le ha calificado de genial, fascinante y poético.
Sus cintas expresan un alma obsesiva e inquieta; varios de sus filmes carecen de una narrativa lógica y en estos convergen múltiples símbolos, figuras grotescas, escenas desconcertantes y oscuras.