La palabra Dios se contiene en cuatro letras. Es todo y nada. Sus representaciones son varias de acuerdo con la percepción del grupo social que lo tenga presente. Muchas veces nos encontramos con una deidad de carácter francamente fuerte, agresivo, vengativo, feroz o en su contraparte, noble, bondadoso, caritativo, milagroso.
El poder del Creador, como lo configuran algunas civilizaciones, es vertical. Dicta, manda, condena, ayuda, protege. Pero hay un Dios que deambula entre niños, vecinas, pobres, artistas, truhanes, mendigos y damas. Sufre y se mantiene a ras de tierra. Es El Buen Dios, el Dios de René Karl Wilhelm Johann Joseph Maria Rilke.
De nueva cuenta, la Biblioteca del Universitario de la Universidad Veracruzana, nos ofrece un título clásico de gran valía literaria. Se trata de Historias del Buen Dios, de Rainer Maria Rilke.
Nacido en Praga en 1875, cuando dicha ciudad pertenecía al Imperio Austro húngaro, Rilke se convirtió en uno de los poetas más importantes de la lengua alemana, pero también en un gran narrador, como constata en los relatos que forman las historias del Buen Dios.
Una de las tradiciones de la Biblioteca del Universitario, que llega ya al número sesenta y ocho, son sus prólogos. En esta ocasión cuenta con la erudición de Alfonso Colorado quien nos realiza un breve paseo biográfico de la trayectoria de Rainer Maria Rilke y nos ubica en el contexto histórico que le tocó vivir.
Esta introducción nos ayuda a entender mejor la propuesta de los relatos. Europa vive el fin de los imperios, la desaparición de los rescoldos feudales, el vertiginoso desarrollo industrial y la revolución del pensamiento que cuestiona el estatus quo, la creación, la existencia.
El peregrinar de Rilke por Munich, Moscú, Venecia o París, lo llevan a recopilar relatos que se enriquecen con su visión poética. En 1904, en los albores del siglo XX, se publican Las historias del buen Dios con trece narraciones que causaron escozor en más de un espíritu puritano.
No era para menos, el Dios protagonista de Rilke tiene sentimientos mundanos. Lejos de ser el todopoderoso, es un personaje expuesto a inseguridades, debilidades y bondades. La voz narrativa tiene en cuenta constantemente a los niños, que bien puede ser una sociedad sin madurez, a la que van dirigidos los relatos.
Hay un Dios en apuros porque pierde una mano, observa a los hombres perdidos en las guerras, a la pobreza que crece ante la indiferencia de los poderosos o a una Iglesia impávida ante la injusticia.
Historias del buen dios, de Rainer Maria Rilke, con prólogo de Alfonso Colorado, es de la Biblioteca del Universitario, 141 páginas, 2019. Se puede adquirir en Nogueira 7, en el centro de Xalapa, Veracruz.
fuente: diariodexalapa.com.mx