Con el estreno de una versión sinfónica de uno de los más famosos cuentos infantiles El patito feo, interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), adaptado y narrado por el creador escénico Mario Iván Martínez, concluyeron este domingo las actividades del 35 Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México, en el teatro principal del Palacio de Bellas Artes.
Con dirección del director huésped Rodrigo Cadet, el concierto llevó como título El patito feo y otras fantasías, que amalgamó distintas partituras de diversos compositores clásicos como Johann Strauss, hijo, Fréderic Chopin, Claude Debusy, Dmitri Shostakovich, Edvard Grieg, Carl Nielsen y Johann Strauss, padre.
De esos compositores se seleccionaron algunos fragmentos de sus obras para ilustrar musicalmente los distintos momentos emocionales por los que atraviesa el patito feo: el rechazo, la huida, la presencia de los cisnes, el invierno y el regreso de los cisnes.
En combinación con las partituras interpretadas por la OSN, Mario Iván narró y representó de manera amena y divertida las aventuras, el maltrato y la soledad del que es víctima el singular patito que, aunque al nacer es protegido por su madre, no es querido ni por sus propios hermanos, por ser feo, gordo, gris y mal proporcionado.
Unos patos salvajes, un elegante gato francés, la malhumorada gallina Casilda y un bellísimo pájaro azul, son algunos de los personajes que el patito feo se encuentra en su camino luego de huir de la granja que era su hogar, además de sufrir las inclemencias de un crudo invierno.
Sin embargo, al pasar los días y los meses, y luego de haber crecido bastante y sus alas ganar fuerza para volar, esa pequeña ave que fue rechazada, se reconoce y es reconocido por otras magnificas, elegantes y prodigiosas criaturas: unos bellos cisnes. El patito feo era en realidad un blanco, flamante y bello cisne, que con orgullo emprendió el vuelo junto con sus hermanos.
La idea es imaginar con música, comentó al inicio del concierto el creador escénico, quien recreó, narró y representó esa entrañable historia que reflexiona en torno a la belleza, la autoestima, la exclusión y la solidaridad
El programa musical inició con el vals Cuentos de los bosques de Viena, de Johann Strauss, hijo, yconcluyó con la interpretación de la festiva Marcha Radetzky, de Johann Strauss, padre, inspirada en el cuento El soldadito de plomo, con la que se puso a palmear a pequeños y adultos asistentes al concierto en el teatro principal del Palacio de Bellas Artes.
La selección de las piezas y compositores que integraron el programa corrió a cargo de Theo Hernández, Alberto Ccruzprieto y Carla Berges.
fuente: jornada.com
