Tradicionalmente se habla de dos métodos en el aprendizaje de la lectura.
Muchas veces presentados como contrapuestos e incompatibles, pero que, en realidad, son complementarios.
Se trata del método global y el analítico.
En este artículo sobre los métodos de aprendizaje para enseñar a leer a los niños:
El método global asocia un significado a la palabra
El método global se basa en un proceso de síntesis.
En este método la palabra se percibe como un todo con una forma asociada a un significado.
Muchos niños al ver la palabra “Stop” saben perfectamente cómo se pronuncia y qué significa mucho antes de ser capaces de reconocer por separado la “s”, “t”, “o” y “p” y de saber qué sonido le corresponde a cada una.
Las palabras requieren una capacidad de discriminación más compleja que las letras.
Pero son las verdaderas unidades con significado del lenguaje hablado y los espacios entre ellas las que facilitan enormemente que el niño las vea como una globalidad.
El proceso de síntesis añade velocidad lectora en aquellos niños que han seguido un buen proceso analítico.
Y se convierte casi en el único método de acceso a la lectura en niños con discapacidad psíquica, puesto que el aporte del significado es un elemento de motivación indispensable, es el fin último de la lectura.
El método analítico se basa en lo que vemos escrito
El método analítico, como indica su nombre, se basa en un proceso de análisis de los estímulos escritos que se perciben a través de la visión.
En la palabra “pato” mirándolo de izquierda a derecha lo primero que vemos es una “p” que junto a una “a” se lee <pa>.
Este es el método más usado para aprender castellano y en el que se basan la gran mayoría de metodologías.
Sin embargo, no es una tarea tan sencilla como pudiera parecer en un primer momento.
Por un lado, hay que aislar en ese entramado de líneas curvas y rectas que forman la palabra, las letras como estímulos individuales.
Luego, a cada letra escrita (grafema) hay que atribuirle un sonido (fonema).
La relación grafema-fonema debe ser unívoca, es decir, que la única forma de leer esa letra sea con ese sonido.
Sin embargo, no ocurre lo mismo al contrario, puesto que hay sonidos que se pueden escribir de varias maneras (vaca-baca; ha-a).
Éste es el principal causante de las faltas de ortografía y caballo de batalla de educadores y maestros. Por tanto, el proceso analítico no es infalible.
Este proceso, además, nos da acceso a una lectura llamada mecánica, pero no nos dice nada del significado de esa palabra.
Para saber qué parte de la realidad representa lo que leemos tenemos que dar otra vuelta más y hacer la lectura comprensiva.
fuente elbebe.com