Cuenta una leyenda que el dios Quetzalcoat, conocido como el dios tolteca de la vida, robó el árbol de cacao (figura 1) del lugar donde habitaban los dioses para hacerles un regalo a los mortales y plantarlo en la Tierra. Su objetivo era mantenerlos bien alimentados y así sólo se preocuparían por ser mejores hombres, explotando sus habilidades en las ciencias y en las artes.
Quetzalcoatl no estaba equivocado al querer alimentar adecuadamente a los hombres con cacao. Además de ser una excelente fuente de energía, es un delicioso postre y tiene variados usos en la industria cosmética.
Los granos de cacao (figura 2) tienen una gran cantidad de beneficios si se consumen regularmente, ya que contienen sustancias como los polifenoles particularmente flavonoles y múltiples antioxidantes como la catequina y la epicatequina que tras ser ampliamente estudiadas han demostrado ser benéficos para la salud.
El uso de cacao data de al menos 3,000 años, sin embargo nuestra comprensión de sus atributos ha evolucionado con la ciencia moderna. El cacao ha sido utilizado para aumentar el rendimiento físico y mental, además se ha utilizado para prevenir enfermedades, tales como el cáncer y enfermedades cardiovasculares. Muchas civilizaciones en Mesoamérica fermentaban las semillas de cacao y las mezclaba en un líquido, que era consumido durante eventos sociales y rituales religiosos. Los olmecas y los mayas usaron el cacao como remedio para una variedad de dolencias, para la fatiga, disminuir el dolor de riñón y mejorar las funciones intestinales.
Los aztecas consumían una bebida de cacao antes de participar en la guerra, ya que creían que los hacía más fuertes y enérgicos en batalla. Su uso en esta civilización estaba tan extendido que incluso se empleó como moneda de cambio.
El ejemplo moderno de los efectos benéficos del cacao proviene de los indios kuna, quienes viven en islas frente a la costa de Panamá y regularmente toman una bebida hecha de plantas de cacao. Se ha reportado que esta población tiene tasas muy bajas de hipertensión.
Los beneficios del cacao para la salud, provienen de la (-)-epicatequina, un flavanol que se encuentra en el cacao. El proceso de fabricación de chocolate negro conserva la (-)-epicatequina, mientras que el chocolate con leche no contiene cantidades significativas de esta molécula.
Algunos de los primeros estudios de chocolate negro se enfocaron en probar su uso en poblaciones con alto riesgo de enfermedades cardiovasculares. En un estudio realizado en fumadores de tabaco a los que se les proporcionó una ingesta regular de una bebida de cacao con alto contenido de flavanol se encontraron aumentos significativos, del óxido nítrico (sustancia vasodilatadora) y la función endotelial en comparación con los fumadores que bebieron una bebida baja en flavonoides.
Un estudio en 10 pacientes diabéticos encontró una relación dependiente de la dosis entre el consumo de chocolate negro y el endotelio del páncreas, mejorado la función de este órgano.
Un tercer estudio, evaluó el uso de chocolate negro frente a un control sin cacao en 22 pacientes con trasplantes de corazón, demostró no sólo una mejoría significativa en la función vascular sino también disminuciones significativas en la adhesión plaquetaria.
Otros estudios han reportado que los componentes del cacao como los flavonoles antes mencionados y procianidinas han demostrado tener efectos en la disminución de la agregación plaquetaria a través del aumento concentración de (-)-epicatequina y catequina en el plasma. La cáscara del cacao (figura 3) es una fuente rica de teobromina y vitamina D y es utilizada en países como Uruguay para preparar bebidas a base de leche, incorporando la cáscara de cacao.
Estos estudios se han centrado en los beneficios fisiológicos inmediatos del consumo de cacao y destacaron el potencial de la suplementación a largo plazo para mejorar la salud cardiovascular.
Otros efectos benéficos que se le han atribuido al cacao en la salud humana, tienen que ver con erradicar o abatir la progresión de cáncer, es decir, como un agente quimiopreventivo. Además de un papel fundamental en la mediación de la inmunidad innata y adquirida, también se ha observado que tiene efectos en la disminución del peso y de la resistencia a la insulina.
Los datos emergentes apoyan la sugerencia de que los flavonoles del cacao pueden funcionar como agentes cardioprotectores, ya que estos compuestos modulan los mediadores de la inflamación.
Los estudios clínicos han asociado el consumo de cacao con la reducción de varios factores de riesgo cardiovascular porque el cacao mejora las funciones vasculares, muestra efectos antihipertensivos y reduce el peso corporal / grasa corporal, entre otros efectos.
En general, ha existido una opinión científica positiva sobre las propiedades saludables relacionadas con los flavonoides del cacao y la vasodilatación. El consumo de cacao ganó importancia en los hábitos alimenticios de las personas y un creciente interés en estudiar sus beneficios adicionales para la salud.
Tanto los estudios epidemiológicos como clínicos sugieren un efecto benéfico del chocolate negro en la presión arterial, los lípidos y la inflamación e incluso el cáncer, por lo que es importante incorporarlo a la dieta diaria, pero que sea chocolate negro y que no tenga exceso de azúcares y lácteos, debido a que éstos pueden dificultar la absorción de los nutrientes del cacao y disminuir sus efectos benéficos para la salud.
Fuente diariodexalapa.com.mx