CHILPANCINGO, Gro. (proceso.com.mx).- “¡Los van a venir a rematar, güey, vámonos a la verga ya!”, eran los gritos de histeria y pánico colectivo luego que un grupo armado irrumpió y abrió fuego a discreción contra turistas que se divertían en un baile popular realizado en la zona de playa de Acapulco, donde dos personas resultaron heridas.
El ataque armado se registró la madrugada de ayer al interior de un predio rústico del fraccionamiento Las Playas del emblemático balneario de Caleta, donde los sonideros procedentes de la Ciudad de México, Cóndor y Berraco, amenizaban la noche ante decenas de visitantes del centro del país.
Enseguida, se desató el caos y la confusión de los asistentes, que no entendían lo que estaba ocurriendo.
La agresión armada dejó un saldo de dos hombres heridos, uno de ellos que porta una playera deportiva se observa en el video que estaba tirado boca abajo y fue auxiliado para reincorporarse a pesar de que presentaba una lesión en la espalda.
Autoridades ministeriales embalaron más de 10 casquillos de bala calibre .9 milímetros y las personas heridas fueron trasladados a un hospital, quienes se reportan como estables, indican reportes oficiales.
Hasta el momento, las autoridades no han determinado la causa del ataque contra el grupo de turistas que decidieron pasar sus vacaciones de Semana Santa en la playa de Caleta en Acapulco, el mismo lugar donde la semana pasada fueron ejecutados dos jóvenes frente a decenas de testigos y a plena luz del día.
Ayer también se reportó el hallazgo de dos personas ejecutadas en la zona conurbada del puerto, donde sujetos armados bajaron a las víctimas de un vehículo y los fusilaron frente a la mirada aterrada de personas que circulaban por el lugar.
De forma paralela, también se registró el enfrentamiento entre policías estatales y presuntos delincuentes que dejó un saldo de dos muertos y la suspensión de una procesión del Viacrucis de Jesucristo en la colonia Santa Cruz del mismo balneario.
Estos hechos se registran en un contexto de extrema violencia en Acapulco, donde las autoridades anunciaron un mega operativo policiaco militar en la franja turística para tratar de inhibir actos criminales.
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