
“2 de octubre no se olvida”: Sheinbaum recuerda Tlatelolco y ratifica compromiso de no repetición
Ciudad de México – 02 de octubre de 2025 – La conferencia matutina arrancó con un mensaje solemne: “2 de octubre no se olvida”, con el que la presidenta Claudia Sheinbaum abrió el espacio de hoy al cumplirse 57 años de la masacre estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.
Desde Palacio Nacional, Sheinbaum recordó el decreto publicado hace un año en el Diario Oficial de la Federación, en el cual el Estado mexicano reconoció oficialmente que los actos de represión contra el movimiento estudiantil de 1968 constituyeron un crimen de lesa humanidad.
Lo que dijo: disculpas, memoria y garantismo
La presidenta destacó que en ese documento se instruyó una disculpa pública del Estado hacia las víctimas, sus familiares y la sociedad en general, como parte del reconocimiento político a una afrenta histórica.
Además, reafirmó el compromiso de su gobierno con la no repetición de atrocidades: rechazó la represión, las detenciones arbitrarias, el uso de fuerzas armadas contra población civil, cárceles clandestinas, desapariciones forzadas, torturas y otros tratos crueles.
También expresó solidaridad con las víctimas, los familiares (muchos ya fallecidos) y los presos políticos; y aseguró que habrá siempre un vínculo con la Secretaría de Gobernación para atender estos casos con sensibilidad institucional.
Contexto histórico y simbólico
El 2 de octubre de 1968 es una fecha clave en la memoria colectiva mexicana: ese día, durante un mitin estudiantil, fuerzas del Estado intervinieron con violencia en la Plaza de Tlatelolco, dejando un saldo trágico de muertos, heridos, detenciones y desapariciones. Reconocer esos hechos como un crimen de lesa humanidad implica que no se vean como “errores” aislados, sino como violaciones graves a derechos humanos con responsabilidades estatales.
El contexto también es político: dicho reconocimiento y disculpa representan un giro simbólico respecto a décadas en las que muchas de estas acciones fueron silenciadas, negadas o justificadas por el Estado.