POZA RICA, Ver. (proceso.com.mx).- Las matracas sonaron a todo lo que daban cuando José Antonio Meade llegó a esta ciudad que creció con el boom petrolero y ahora muestra sólo tiene destellos de gloria en el comercio formal e informal.
Ante las secciones 30, 11, 10, 39, 47 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), Meade prometió impulsar la producción petrolera hasta en 3 millones de barriles diarios y criticó a quienes desestiman el esfuerzo de los trabajadores.

Carlos Romero Deschamps, líder de los petroleros que ha sido cuestionado por su riqueza y lujos junto con sus hijos que viajan en aviones privados con sus mascotas, apareció en el escenario para dar la bienvenida a Meade, asegurando que tendrá el voto de los agremiados.

“Que se den cuenta que nadie derrumba la casa porque está sucia. Que necesitamos limpiarla, claro que sí. Que necesitamos corregir todo lo que nos duele y nos incomoda, también. ¡Claro que sí! Todo eso tenemos que hacer pero, para hacer eso, necesitamos al hombre con más talento, de más talento y con compromiso, porque no se puede dejar el destino del país a la improvisación o a la ocurrencia…”, manifestó Romero Deschamps.

En medio de aplausos, matracas y tamborazos, los petroleros festejaron a su líder y también a Meade, quien aseguró que aprendió a hacer política con ellos cuando fue secretario de Energía.

José Antonio Meade agradeció el apoyo de Romero Deschamps y del sindicato petrolero, y destacó que Pemex ha sido la palanca del desarrollo del país y que lo seguirá siendo.

“Hoy le agradezco que nos acompañe a Carlos Romero Deschamps, que por una vida se ha dedicado y entregado por los trabajadores del sector”, soltó Meade al justificar la labor del sector: “uno que piensa que el sector energético y el trabajador petrolero lo único que hacen es poner un popote en la tierra y que con eso resuelve las necesidades energéticas del país”.

En alusión a Andrés Manuel López Obrador, el candidato señaló: “quien eso piensa, no conoce la dedicación, la dificultad y los retos que a diario se enfrentan en esta industria con la creatividad y el trabajo de los petroleros de México”.

Ante los petroleros del sureste del país, Meade reconoció la caída en la explotación del combustible, aludiendo al yacimiento de Cantarell que en los últimos 10 años pasó de explotar casi 2.3 millones de barriles de petróleo diarios a 200 mil.

El exsecretario de Hacienda dijo a los petroleros que dará impulso a la industria nacional.“México tiene mucho que agradecerle al talento y a la creatividad de los petroleros; es una actividad difícil, es una actividad retante, y es una actividad que se hace, en donde nadie más está. Y es una actividad que implica que se corran riesgos laborales, que se corran riesgos físicos, que se esté lejos de la familia”, dijo el candidato presidencial del PRI.

“No vamos a descansar hasta que nuestra plataforma regrese a los 3 millones de barriles de petróleo diario. Y para eso nos vamos a comprometer con los trabajadores petroleros, para que ellos y su familia estén cada vez mejor, como México está mejor con su esfuerzo”, prometió.

El candidato presidencial de la coalición PRI, PVEM y Panal, reconoció que ésta es una elección difícil y por eso pidió a los trabajadores petroleros que salgan a la calle a convencer a la gente a que voten por su candidatura y la de José Yunes para gobernador de Veracruz.

“Hoy quiero pedirle a los petroleros que nos ayuden, hoy quiero pedirle a los petroleros que salgan a ayudarnos a convencer cuál es la mejor alternativa para Veracruz y para el país. Hoy quiero pedirle a los petroleros que apoyen a uno de los suyos, que apoyen a quien ha trabajado en el sector y en la empresa, que apoyen a quien sabe lo que está de por medio en el sector energético y petrolero”, sostuvo.

 “No le apostemos a una alternativa que piensa que lo que se está haciendo es poner popotes en la tierra. Apostémosle a una alternativa que sabe que para sacar petróleo y darle energía al país, se entrega una vida de servicio”, exclamó entre aplausos de los petroleros, sobre todo de Romero Deschamps que no se le despegó hasta el final del evento.